Cuidado con las espigas


Amigos, el miércoles pasado vino Bruno a la clínica, un perro Dálmata de 5 años, muy molesto, con la cabeza ladeada, que se sacudía y se rascaba mucho la cara. Todo parecía sospechar que se trataba de una espiga. Y así se confirmó cuando Juan Pablo, nuestro veterinario, pudo revisar sus oídos con el otoscopio e identificar un resto vegetal en uno de los oídos.dalmata-espiga-4

Para poder extraer el cuerpo extraño, se tranquilizó a Bruno y de esta manera se pudo realizar la extracción manual de la espiga, tal y como podéis ver en estas fotos. Al mismo tiempo, aprovechamos para limpiar el oído de posibles restos.

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Una vez que Juan Pablo se aseguró que el oído ya no tenia restos, se le aplicó el reverso del tranquilizante para que Bruno pudiera volver a casa tranquilamente.

La historia de Bruno puede ser la de vuestro perro. A veces no podemos evitar que durante el paseo rocen con plantas y estas espigas entren en oídos, boca, se claven entre los dedos, zona axila e incluso zona genital. Pero algo que podemos hacer es:

  1. evitar pasear por zonas ajardinadas con plantas salvajes y secas, tipo escampado y
  2. revisar cuidadosamente a nuestro perro después del paseo.

Si queréis saber más sobre las espigas y oidos podéis leer otros artículos de nuestro BLOG